01 de febrero de 2023

Los dirigentes de Long Beach están estudiando planes que facilitarían la construcción de nuevas estaciones de gas fósil en nuestro puerto (también conocido como "bunkering"), una decisión que perjudicaría a nuestra comunidad y agravaría la crisis climática al aumentar la contaminación y las emisiones de combustibles fósiles. El puerto de Long Beach, uno de los mayores y más transitados de Estados Unidos, está estudiando una actualización de su Plan Maestro Portuario que ampliaría la permisibilidad del bunkering de gas natural licuado (GNL) para abastecer a los buques de GNL en el puerto durante las próximas décadas.


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Long Beach: ¡Detengan la gasolina fósil en su puerto!

 

 

Los dirigentes de Long Beach están estudiando planes que facilitarían la construcción de nuevas estaciones de gas fósil en nuestro puerto (también conocido como "bunkering"), una decisión que perjudicaría a nuestra comunidad y agravaría la crisis climática al aumentar la contaminación y las emisiones de combustibles fósiles. El puerto de Long Beach, uno de los mayores y más transitados de Estados Unidos, está estudiando una actualización de su Plan Maestro Portuario que ampliaría la permisibilidad del bunkering de gas natural licuado (GNL) para abastecer a los buques de GNL en el puerto durante las próximas décadas.

Desde su extracción hasta su consumo, el GNL emite metano, un gas que atrapa el calor y cuyo efecto de calentamiento del clima es hasta 86 veces más potente que el del dióxido de carbono en una escala temporal más corta (lo que significa más calentamiento, más rápido). El sur de California ya se ha calentado irreversiblemente 3 grados Fahrenheit en el último siglo, y el metano es responsable de la mitad de este aumento de temperatura.

El GNL no sólo calienta nuestro clima, sino que también contribuye a la contaminación atmosférica. Las emisiones de metano contribuyen a más de 200.000 muertes prematuras y al aumento de las visitas a urgencias respiratorias en todo el mundo cada año. Las instalaciones de GNL también son peligrosas, con riesgo de explosiones e incendios.

Por eso necesitamos que los líderes de Long Beach, como el alcalde Rex Richardson, la presidenta de la Comisión Portuaria Sharon Weissman y el director ejecutivo del puerto Mario Cordero, rechacen el GNL eliminándolo de la actualización del Plan Maestro del Puerto y pongan fin a la infraestructura de GNL y al suministro de combustible en el puerto.

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